Confesandole a mi almohada que nadie me hace llorar

Y mirame dibujando una sonrisa en mi cara, con los nudillos hinchados, el alma destrozada y el animo por los suelos. Hundiste el cuerpo y ahogaste las mariposas que volaban en mi estomago, por tu miedo, por mi risa, porque no se que querías, porque no es mi culpa, porque la que esta escribiendo esto soy yo y no tu, porque te da igual, porque tienes razón que ya soy mayor. No haber empezado lo que no podías acabar, que yo tenia razón y eres un gallina, que no me reía de ti, que te ponías nervioso, que no me ignores, que se acabo, que ya no vale decir todo en broma, que son todo tus paranollas, que no eres el único pero si el único al que haga coso, que quería algo contigo, que te mueras, que te odio, que me gustaba escucharte. No me aguantabas la mirada, te daba vergüenza, odiabas los silencios, me gustaban tus besos aunque siempre falto el tercero...